Todos los años, padres, Madres, profesores, pero sobre todo alumnos, nos enfrentamos a un ritual que tiene lugar a finales de junio, justo al final del curso. Este ritual, la Graduación de Cuarto de ESO, siempre nos parece triste, aunque no hay nada más lejos de la realidad. En él celebramos que unos alumnos han terminado con éxito una importante etapa educativa y que están capacitados para seguir sus estudios superiores o incorporarse al mercado laboral.
Por muchos años que pasen, por muchos cursos que despidamos, siempre sentimos una mezcla agridulce de orgullo, satisfacción y algo de añoranza al ver hacerse mayores a unos jóvenes que conocimos siendo aún niños, y que vemos hechos hombres y mujeres que van a iniciar una nueva etapa en sus vidas, en la cual ya no seremos tan importantes, aunque nos queda la alegría de pensar que de alguna manera hemos colaborado en su formación académica y espiritual.
Este curso en especial nos deja un muy buen sabor de boca al haber sido unos excelentes alumnos, con los que hemos trabajado muy bien, nos hemos entendido perfectamente y han demostrado su saber hacer y comportarse en todo momento.
Gracias chicos por ser simplemente vosotros, seguid así y triunfaréis donde vayáis.
¡SUERTE! Y LLEVADNOS SIEMPRE EN VUESTRO CORAZÓN.