| La Congregación de Madres de Desamparados asume los retos que la Iglesia y la sociedad, desde su propio análisis de la realidad, plantean a la educación y, en consecuencia, toma las siguientes prioridades evangelizadoras para sus colegios: La educación en la fe cristiana como principio dinamizador de la vida del Colegio. El Evangelio, núcleo inspirador del sistema de valores que quieren vivir los Colegios MD, conforma un estilo de vida y, por lo tanto, implica de lleno a todas las dimensiones del ser humano; de esta forma los Colegios de nuestra Congregación optamos por un modo de educar en la fe que abarca todos los aspectos del Colegio. La educación en la fe ha de configurarse en torno al Proyecto evangelizador. Realizamos nuestra tarea evangelizadora, a partir de un proyecto integral de iniciación y maduración humana y cristiana. Dicho proyecto se desarrolla en varios niveles, atendiendo a la situación en que se encuentran los niños y jóvenes respecto a la fe. Desarrollamos el
1. Proceso evangelizador en tres niveles de profundización:
➡ Personalización, que incluye la educación en valores y en el tiempo libre. ➡ Diálogo fe-cultura, que supone, de manera explícita, pero no única, la enseñanza religiosa ➡ Catequesis explícita de iniciación cristiana que implica la iniciación en la oración y en las celebraciones de la fe, el proceso catecumenal y el compromiso cristiano.
2. Evangeliza desde la situación personal del educando.
Como transmisores de la fe, asumimos la situación personal y del entorno del alumno/a. Por ello no sólo adaptamos creativamente los contenidos, los métodos y los recursos, sino que también nos preocupamos particularmente de renovar su “lenguaje” para conectar con la cultura de los jóvenes del siglo XXI y ofrecerles un modo coherente de vivir.
3. Evangeliza desde el diálogo intercultural e interreligioso.
Fiel a lo que distingue a la Escuela Católica, los Colegios MD crean en la comunidad escolar un ambiente animado por el espíritu evangélico de caridad, amor misericordioso, sencillez, ternura, alegría y acogida. Considera que el diálogo intercultural e interreligioso es ya una forma de evangelización, por eso lo facilita y promueve con un claro sentido ecuménico.
4. Cultiva la educación ética.
Desde el diálogo intercultural e interreligioso, los Colegios MD cultivan la educación ética en sus alumnos/as en la triple dimensión: personal, comunitaria y social. Enraizada en el evangelio se orienta a promover la fraternidad, la solidaridad, la justicia y la paz.
5. La comunidad cristiana, alma del proceso evangelizador.
Optamos por educar la fe y el compromiso cristiano a partir de la experiencia y vivencia de una comunidad cristiana. El grupo cristiano es el medio privilegiado para avanzar en el proceso comunitario de la fe. La comunidad cristiana es la referencia del proceso y meta del crecimiento en la fe. "Asumir el reto de evangelizar la cultura con nuestro trabajo educativo como una participación en la misión evangelizadora de la Iglesia. Por eso nuestro Centro ofrece a la sociedad una clara inspiración cristiana y un modelo de educación liberadora y humana" La atención a los desfavorecidos. La preocupación por atender a los más desfavorecidos que están presentes en nuestros Colegios y la actitud de acogida a favor de los casos de necesidad que reclamen nuestra atención y quieran incorporarse a nuestra comunidad educativa. La atención a la familia. La familia es agente de evangelización. Su estilo y testimonio son el ámbito primordial de educación de la persona: es en ella donde el ser humano va elaborando su percepción del mundo, su imagen personal y su fe. Los Colegios MD buscan crecer en la relación familia-escuela. La intensificación de esta relación ha de estar caracterizada por la comunicación, la confianza, la colaboración, la comprensión y el conocimiento mutuo. La preparación y el respaldo efectivo a los agentes evangelizadores. La Entidad Titular, vela con especial cuidado por las personas que llevan adelante la misión evangelizadora en la educación, cuidando la selección de los agentes, su formación inicial y permanente y el establecimiento de cauces efectivos para que desarrollen la misión con empeño y generosidad. | |