"El amor es quién debe dejarnos alas para volar más arriba".
Si consideramos que nuestra sociedad es cada vez más diversa, conformada por gente de distintos orígenes culturales, con diferentes intereses y maneras de ver el mundo, el respeto por la diferencia debe ser un valor esencial para una buena convivencia. Este valor, como cualquier otro, se puede aprender y, por lo tanto, enseñar.
Conscientes de ello, en Nuestro Centro apostamos por propiciar espacios en los que los alumnos interactúencon compañeros que tengan características distintas a las suyas, en los que deban velar por la participación igualitaria de todos, y en los que se faciliten las condiciones para que la diferencia se convierta en una oportunidad para aprender.
Iniciamos el mes solidario con el Proyecto: Siente, Imagina, Actúa, Evolúa y comparte… como Me. Petra.
Hay que meterse en la piel del otro, imaginar que los posibles existen, entrar en acción para evolucionar y compartir lo que hacemos y somos para crecer.
Durante dos semanas todas las etapas han trabajado sobre la vida y obra de la fundadora de manera interdisciplinar y por niveles. Para desarrollar el producto final el día 16 de octubre por la mañana en diversos talleres que se presentarían y compartirían, con la colaboración familiar, en la Feria misionera de la tarde.
Valorar de forma positiva la heterogeneidad del alumnado, convirtiéndola en un recurso de aprendizaje, resulta altamente productivo. Dado que está en consonancia con el deseo de una sociedad más equitativa, democrática e inclusiva.
Otro de los valores que resultan imprescindibles para un ciudadano que quiera participar activa y libremente en su sociedad es la responsabilidad, tanto individual como colectiva. Para formar ciudadanos libres es necesario inculcar la importancia de que se hagan responsables de sus actos y decisiones, y de las consecuencias que estos tienen sobre las personas que los rodean. A través de este proyecto, nuestros alumnos han asumidoresponsabilidades ajustadas a sus capacidades, implicándose en las tareas compartidas, generando un fuerte vínculo afectivo y un sentimiento de compromiso con el aprendizaje de los compañeros. Por otro lado, el tener que resolver las dificultades surgidas, el enfrentarse a diferentes puntos de vista a los propios, el hecho de tener que tomar decisiones conjuntas, pese a no compartir las mismas perspectivas, les ha obligado a explicitar su opinión, argumentarla para que otros la comprendan y desarrollar habilidades para negociar y llegar a acuerdos. Todo ello, contribuye a la formación de personas más reflexivas y con mejores competencias comunicativas.
Por tanto, el balance solo puede ser bueno, dado que hemos trabajado como una pequeña cooperativa con un objetivo: HACER UNA SOCIEDAD MÁS SOLIDARIA; con un modelo real: BEATA PETRA DE SAN JOSÉ; y con fin concreto: CRECER COMO PERSONAS, CRECER COMO CRISTIANOS.
Mª Milagros Titos Padilla
ACTIVIDADES DE LA MAÑANA ACTIVIDADES DE LA TARDE