El 30 de Enero nos unimos de forma especial para celebrar el Día de la Paz. Este año decidimos llenar el colegio de palomas blancas, de manos blancas… de una lluvia de paz que desde el interior mojara todo el exterior que nos rodea.
Conscientes de que en otros lugares del mundo se están librando guerras absurdas y en decenas de países existen numerosos conflictos bélicos, violencia, falta de derechos humanos... que dejaron de ser noticia hace mucho tiempo. Ponemos más énfasis en nuestras voces entonando un himno de paz.
Reunidos en la galería, escuchamos el manifiesto hecho oración, recibimos la luz y el diálogo como único camino hacia un mundo más lleno de vida.
Acerquemosnos al sufrimiento de esa otra parte del universo que se desdibuja por la violencia, por la injusticia… y aprendamos a amar siendo amados.