ACTIVIDADES Y NOTICIAS DEL COLEGIO
Viaje a Montoro - Secundaria 2017
El pasado 20 de octubre fue el viaje de este primer trimestre de la etapa de secundaria, siendo el destino Montoro. Enclavado entre Sierra Morena y el Valle del Guadalquivir, este bonito pueblo se levanta en la complicada orografía que la zona constituye, resultando estrechas y empinadas cuestas que llevan al río Guadalquivir.
Nada más llegar, en el recinto ferial (comúnmente llamado "plano de la feria) nos esperaba Jose, nuestro guía turístico, que se encargó de enseñarnos las cosas más representativas del pueblo. La primera parada, junto al mirador flanquea la fábrica del famoso mazapán de Montoro, nos regaló una primera vista del paisaje al río, que siguiendo por el paseo peatonal y ya en la segunda parada se culminó para apreciar el bello lienzo que dibuja el mismo. Allí nos deleitó con un poco de historia sobre el origen del pueblo, sus costumbres, y su arquitectura urbana.
Después nos adentramos en el casco histórico, parando en la Iglesia Barroca de nuestra Señora del Carmen, antiguo convento de la orden Carmelita, y cuyo claustro es hoy dia un casino, y cuyas celdas (primero para los monjes, posteriormente como cárcel), era la actual plaza de abastos.
De ahí llegamos a la plaza principal del pueblo, la plaza de España, rematada con la torre que custodia la Iglesia de San Bartolomé, patrón de Montoro. Tras visitarla y recibir otra de las interesantes charlas del guía, visitamos las casas capitulares (Ayuntamiento), y entramos en el salón de plenos, donde nos explicó la historia del escudo, y el origen del título de Noble, Leal y Patriótica que aparece en el mismo.
Por supuesto visitamos el museo arquelógico
No podía terminar la ruta sin hacer una visita a Nuestro Padre Jesús Nazareno, imagen que procesiona cada madrugada del jueves santo, y que arrastra miles de fieles, autóctonos y visitantes. En ese aspecto existe una analogía muy clara con "El Abuelo" de Jaén.
En el tiempo libre para almorzar, los alumnos se aventuraron a investigar las calles que a modo de laberinto forman el núcleo histórico del pueblo, que tiene su punto divertido si no desemboca en la pérdida de algún alumno, como fue el caso.
No podíamos irnos sin cruzar el puente de las Donadas, de época romana, y contemplar Montoro desde el otro lado del río, ni yo dejar de escapar la ocasión para mostrar a alumnos y profesores que existe un concepto de "cuesta" que no todos conocen, gracias al descenso por la famosa Calle Agua.
Hasta pronto, Montoro.
Juan D. Ibáñez
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