ACTIVIDADES Y NOTICIAS DEL COLEGIO
Viaje a Serra - 4º de ESO 2017

Para sentirse un poco más cerca de Dios es imprescindible estar al lado de tus hermanos. Compartir con ellos momentos cotidianos y también extraordinarios. Vivir el perdón y la reconciliación. Proyectarse hacia el futuro con valentía.
Esto es lo que hicieron nuestros alumnos de 4º de ESO pocos días antes de despedirse definitivamente del que, hasta ahora, ha sido su Colegio. Durante los días 17, 18 y 19 de junio, su estancia en Serra (Valencia) les ha permitido profundizar en muchos aspectos de sus vidas y, cómo no, divertirse y refrescarse en las horas de máximo calor.
Poco antes de las 4 de la tarde llegábamos a la capital levantina, tras un apacible viaje. Allí tuvimos oportunidad de hacer una visita al centro de la ciudad, degustar horchatas y refrescos, celebrar la eucaristía en la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados y… ¡sorpresa!, cruzarnos con el equipo de baloncesto de Valencia que acababa de ganar la primera liga ACB de su historia. ¡Menudo espectáculo!
A eso de las 18:30, tomamos el autobús de nuevo para dirigirnos a nuestro destino final: Serra. Por más que habíamos descrito a nuestros alumnos la magnífica casa que nos esperaba y su mágico entorno, las expresiones de maravilla y entusiasmo se reflejaron de inmediato en sus rostros. Lo que veían superaba con creces todo lo que les habíamos contado. Tardaron poco en instalarse en sus habitaciones y darse su primer chapuzón en una piscina poco habituada a acoger a 26 inquietos jóvenes. Después, una cena reparadora y un buen rato de música pusieron el colofón al primer día.
La mañana del domingo, fresca al principio pero paulatinamente calurosa, nos recibió con un buen desayuno. Se sucedieron, después, los ratos de oración y reflexión. Cada uno se retiró a alguno de los innumerables rincones que alberga la casa, entre jardines, terrazas y habitaciones, para anotar todo aquello que le sugerían las palabras del Evangelio leído. Pudieron poner en común sus pensamientos e inquietudes por la tarde.
La hora de la comida tuvo como protagonista una gran paella, genuina, como sólo una experta cocinera como Mayte sabe preparar. Tardaron muy poco en dar cuenta de sus respectivos platos.
La tarde, tras la puesta en común de las reflexiones de la mañana, estuvo de nuevo aderezada con piscina, música y juegos.
El plato fuerte llegó por la noche. Y no me refiero a la cena previa, sino al momento de oración y la dinámica que ellos mismos habían preparado. Ofrecimos a Jesús nuestras vivencias y nuestros anhelos en hojas individuales que arderían sobre una cruz. Las velas encendidas que, antes de apagarse, daban luz a otras velas de esperanza. La contemplación del cielo estrellado y la estampación de nuestras huellas en un gran mural donde previamente habíamos señalado con emoticonos los valores y contravalores de los que somos conscientes, terminaron por cerrar un día de espiritualidad compartida.
Y llegó el lunes, último día de convivencia y no por ello menos intenso. Pasamos la mañana y primeras horas de la tarde disfrutando del baño en la playa de la Malvarrosa, repleta de grupos de jóvenes que, como el nuestro, hacía parada en este estupendo paraje. Muchos aprovecharon las tiendas y puestos que poblaban el paseo marítimo para adquirir recuerdos y detalles para familiares y amigos. A eso de las 4 de la tarde, partíamos rumbo a Torredonjimeno cargados de emociones, experiencias y… todo sea dicho, cansancio.
No quisiera concluir este escrito sin destacar el excelente comportamiento que mostraron estos alumnos de 4º de ESO, quienes, siendo un grupo tan numeroso, bien podían haber causado algún tipo de molestia. No sólo no fue así, sino que nos sorprendieron a los profesores acompañantes por su alto grado de responsabilidad, obediencia y respeto.
Y, por supuesto, nuestro agradecimiento a Madre Rosario, artífice año tras año de este tradicional encuentro por su entrega y gran labor pastoral. Agradecemos, asimismo, la confianza depositada en el colegio por parte de las familias, quienes creen, como nosotros, que la formación espiritual es el complemento más necesario para la formación integral de nuestros alumnos.
Damián Casado