La necesidad de plasmar el pensamiento en el tiempo, el deseo de dar carácter de eterno a las ideas, firmar lo que fuimos intentando dejar historia... Tal vez sea solo una de las muchas pretensiones del que escribe. Si le preguntas a Mar Horno cual es su motivación para dar palabra a la mente, te dirá que es pasión y que es libertad. Porque es “lo que más me gusta del mundo”. “Porque a través de lo que escribo me siento plenamente en libertad”
La literatura es rica y es arte, es metamorfosis, es actual y es atemporal. Y en la búsqueda de ese equilibrio entre lo nuevo y lo clásico, se adapta a los tiempos sin perder calidad. Resurge con fuerza y considerable protagonismo el microrrelato cuya característica principal es la brevedad, con la intención de en pocas palabras contar una historia. En un mundo limitado: por el número de caracteres, por los minutos, por los horarios, por las prisas... La literatura responde a la demanda, disminuyendo las palabras sin mermar el pensamiento.