El domingo, 13 de mayo y séptimo de San José, tuvo lugar la celebración de la Procesión de nuestro patrono San José, como es habitual todos los años, pero este, diría yo, con un toque especial. Nos acompañó el buen tiempo, la alegría y el entusiasmo de nuestros alumnos por engalanar con su presencia al esposo de María y el esfuerzo de las bandas para que sonara el más bello toque de cada partitura.
Como es tradición desde hace un tiempo, los padres de nuestros alumnos de tres años se convierten en los anderos de San José. Lo llevaron en sus hombros con todo el respeto y señorío que se merece y ya pasada la plaza del ayuntamiento se lo cedieron a nuestros mayores, los alumnos de 4º de ESO. Este año les toca dejar el Colegio y como gesto de identidad y pertenencia lo cargan con mucho honor para que no se les olvide este santo que nos enseña a ser humildes y fieles cumplidores de la voluntad de Dios.
Padres, alumnos, profesores, amigos y vecinos de nuestro pueblo pudieron disfrutar de San José, reflejo vivo de la Misericordia del Padre. Pongamos en práctica lo que tantas veces repetía Madre Petra: “Encomendaos a él con fe y confianza”.