La vida es un camino de autorealización personal, la educación es válida en cuanto ayuda a este proceso, por tanto se hace indispensable caminar por un itinerario de fe guiado por la espiritualidad y devoción mariana.
Con tal propósito, el pasado 28 de Mayo los alumnos/as de secundaria hicieron su peregrinación hasta la ermita de Nuestra Patrona, la Virgen de Consolación.
Si complejo es romper el silencio, más arduo es surcar el ruido; entre tantas voces adolescentes penetró la inmaculada voz de la Santísima Virgen de Consolación, se hizo sol en un día especialmente cubierto.
Desde su virginal amor dio fuerzas para emprender este último mes académico, en pocas horas se forjó un ambiente totalmente convivencial: risas, miradas cómplices, paraguas compartidos, manos extendidas… solo caminando hacemos nuestro propio camino.